La Mortaja Tiene Bolsillos

La Mortaja Tiene Bolsillos

13 de diciembre, tenemos patria, 31° aniversario de la democracia, Buenos Aires, Plaza de Mayo, 2014.

Mañana puedo traerte el auto?
No, mañana no trabajo.
¿No trabajás los sábados?
Sí, pero mañana no voy a estar.

No me voy a poner a explicar que iba a verla a Ella.

Cerrar el taller a las diez y media de la noche, nunca voy a entender cómo saben las tuercas y bulones que uno está apurado. Se redondean, se zafan, se barren y lo disfrutan, estoy seguro, los imaginos como treguas y catalas que bailan y se ríen. Para mí son gorilas, estoy convencido.

Cerrar el taller a las diez y media y correr a bañarse, preparar la ropa, documento, qué llevo?, mirar el pronóstico, sol, soleado, calor, despejado, un día peronista, va a estar Ella, y todos, y todas.

Cerrar el taller a las diez y media y levantarse a las tres y media, total duermo algo en el colectivo, Hola Compañero!, abrazos, reencuentros, falta gente?, debe estar en el otro colectivo, salimos cuatro colectivos, todos arriba, 48 49 50 51, LISTO.

LLegamos, 9 de Julio y Av de Mayo, punto de encuentro, el mismo de siempre, más compañeros, más abrazos, cantar, bailar que Néstor sigue vivo…
VAMOS, formando las columnas, los vendedores a los costados, fotos, póster, remeras, banderas, pines, pulseras, en todo Néstor, en todo Cristina, todo celeste y blanco y al fin la plaza.

Nuestra plaza, por fin tan nuestra.

Tomen agua compañeros, 32 grados, sol que parte, diciembre, Buenos Aires, alguna nube un rato ayuda, y se sigue cantando, a qué hora habla?, cerca de las ocho, pero faltan ocho horas! Apenas.
Che, Bielsa va de gobernadora? Nadie sabe, Cleri cómo va? Donde la jefa diga, pero mirá que tenemos los tiempos encima! Cómo viene el Chivo? No creo en las encuestas, Para mi que es Randazzo, Yo Anibalista de la primera hora, No sería raro el rusito y Juliana, Esos la rompen.
Y así va pasando el tiempo.

Y la plaza llena, nuestra plaza, tan nuestra, empieza la música, a buscar un lugar para cuando hable Ella, permiso compañero, por acá no se puede, están los chicos de secundarios, eso se respeta.
Nos apretamos un poco, hormigas todas que son leones afuera, rara transformación que nos genera la plaza, todos hermanos, y las nubes que nos tapan el sol, pronóstico que cambia de sol a algunas nubes, nada de lluvia, calor pero aflojando con las horas, 28 grados ahora, música, mucha plaza, tan nuestra, día peronista.
Quién inventó la palabra "repente“, no existe, no me mientan, es derepente.
De repente estás rodeado de desconocidos, la marea sube y nos va separando y los tuyos están tres personas más allá, y al de al lado no lo conocés, pero seguro es compañero, te convida gaseosa, un caramelo, se conversa como si ya fuera uno de los tuyos, y cayeron algunas gotas, vienen bien, un poco de alivio, mucho calor, la lluvia se festeja y se baila y se canta.

Desde que volví a participar en política vengo sorprendido con estas mil flores que aparecieron, pibada, mucha, con ideas, con alegría, con voluntades de hierro, pibes que creen, que sienten, que se ofrecen.

En medio de la marea quedé al lado de un tipo de unos cincuenta años, barba blanca, prolija, camisa negra, pelo entrecano, no venía con otros, estaba cantando Cerati, Kapanga, vengo bancando este proyecto, cada tanto miraba el cielo que venía negro desde la derecha, no quise que fuera metáfora, pero está buena.

Desde la derecha vino el viento, desde la derecha vino el frío, y la primer gota era del tamaño de una moneda de un peso. Ahora sí nos vamos a mojar en serio. El agua cayó en baldes, y JIJIJI sonó de fondo.

Nunca estuve en un pogo, ese ritual me era ajeno, no lo entendí nunca, yo miraba de lejos, con algo de envidia.
Y empecé a cantar, a saltar, y estaba ahí, con ese hombre de cincuenta años saltando y cantando bajo una lluvia torrencial, llenos de magia, llenos de agua, llenos de música, el Indio Solari de fondo, Jijiji, pogo, y yo ahí.
Puede que no encuentre la manera de escribir lo vivido.
Puede que me falte la pluma.
Estoy seguro que ese momento va a entrar en un bolsillo de la mortaja.

Creer en esta mística para quien tiene 20 o 30 años es maravilloso, vivir este tiempo, esta militancia, esta plaza, nuestra, tan nuestra, es un regalo de la vida, es como enamorarse por primera vez, un amor que lleva once años, y lo aplaudo y lo festejo.

Pero este tipo haciendo pogo conmigo hizo que después empezara a buscar cuántos estábamos en esa plaza con más de cuarenta.
Había muchos.

Cuántos teníamos colecciones de fracasos?
Cuántos estuvimos espantados viendo como la política nos vaciaba la vida?
Cuántos perdimos todo en un par de feriados cambiarios?
Cuántos tenían compañeros que dejaron sangre?

Creer por primera vez es maravilloso, enamorarse después de los cuarenta...
Es para quienes se juegan la última ficha conscientes y cuidadosos.
Es para quienes eligen creer sabiendo que es posible la derrota.
Para quienes son capaces de querer sin presentir.
Es para quienes conocen como sabe una traición y así y todo vienen a una plaza con lluvia, hacen pogo, cantan Jijiji, saltan y bailan.

Esa maravillosa plaza no era solamente pibes, sino juventud que algunos no pierden con los años.

Martín Orellano.